LetiFend es una vacuna que, como bien explicó Jaime Grego, presidente de Laboratorios Leti, ha puesto el punto de mira “en una enfermedad muy complicada, pero ante la que ahora, por lo menos, hay esperanza, con una vacuna eficaz y segura, como es LetiFend”.

Por su parte, Jerónimo Carnés, director de I+D de Leti, explicó todo el proceso de desarrollo de la vacuna. “Desde el principio de su concepción no se pensó directamente en trabajar con el parásito o buscar una serie de proteínas a ver cuál era la más específica. Sino que podemos decir que el concepto de la proteína es un concepto inmunológico desde su raíz”, explica el directivo de Laboratorios Leti.

A partir de aquí, explica Carnés, un grupo de científicos observaron que había una serie de proteínas del interior del parásito que inducían cierta protección frente al parásito. Esta proteína era la proteína Q, que se convierte en el principio activo de LetiFend y que se obtiene mediante la combinación de cinco fragmentos altamente antigénicos, fusionados y clonados en E.coli, a partir de cuatro proteínas de Leishmania infantum.

A continuación fue el turno de Gloria Pol, Scientific Liason de la Unidad de Salud Animal de LETI, que explicó los estudios realizados para confirmar la eficacia y seguridad de la vacuna: "Una vez demostrados los resultados en el laboratorio, nos fuimos al campo y fue un estudio de gran envergadura donde se demostró la eficacia y seguridad en animales de diferentes razas, tamaños, ambos sexos y edades". En el estudio de campo se incluyeron 549 perros sanos y seronegativos, de un total de 35 razas puras y cruzadas, provenientes de cinco grandes clínicas en zonas endémicas de España y Francia.

Tras dos años de estudio, señala Pol, “los resultados demostraron que en zonas de alta prevalencia, LetiFend presenta una eficacia clínica del 72% en la prevención de leishmaniosis canina”. Además, un perro vacunado tiene 9,8 veces menos riesgos de presentar signos clínicos, 3,5 veces menos riesgo de presentar parásitos y 5 veces menos riesgos de desarrollar la enfermedad. La vacuna es de una dosis anual y es eficaz a partir del día 28. En definitiva, “es una herramienta fundamental para reducir la prevalencia no sólo en el perro, sino tal y como recomienda la OMS, para controlar finalmente la prevalencia en los humanos”, comenta Gloria Pol.